Fecha de publicación: 13/08/2025
En la lucha contra el soborno, la debida diligencia se ha consolidado como una herramienta fundamental para prevenir riesgos y garantizar prácticas empresariales éticas. Más allá de un simple procedimiento, se trata de una práctica estratégica que permite identificar señales de alerta antes de que se conviertan en amenazas reales para la organización.
¿Qué es la debida diligencia?
La debida diligencia consiste en el proceso sistemático de investigar y evaluar a las personas o entidades con las que una organización establece relaciones: socios comerciales, empleados, proveedores, contratistas o intermediarios. El objetivo es identificar posibles vínculos con prácticas corruptas, conflictos de interés, antecedentes negativos o cualquier otro factor que pueda representar un riesgo de soborno.
Este proceso no es estático ni genérico; debe adaptarse según el nivel de riesgo que representa cada tercero para la empresa, y actualizarse periódicamente conforme evolucionan las relaciones o el entorno.
¿Cómo se aplica la debida diligencia en la ISO 37001?
Dentro del marco de la norma ISO 37001, la debida diligencia es un componente obligatorio del sistema de gestión antisoborno. No basta con declarar una política anticorrupción: es necesario demostrar que se han tomado medidas concretas para prevenir riesgos, y la debida diligencia es una de las más relevantes.
La norma exige que las organizaciones realicen una evaluación previa antes de contratar o establecer relaciones clave. Esto implica recopilar información relevante, verificar antecedentes, revisar listas de sanciones, y en algunos casos, realizar entrevistas o auditorías. Todo este proceso debe estar documentado y ser proporcional al nivel de riesgo que se ha identificado.
La ISO 37001 también establece que la debida diligencia debe extenderse a procesos como fusiones y adquisiciones, inversiones significativas o participación en proyectos conjuntos. De esta manera, se busca evitar que la empresa se vea comprometida con situaciones irregulares por falta de análisis previo.
Más allá del cumplimiento
Implementar una debida diligencia efectiva no solo permite cumplir con la norma ISO 37001, sino que fortalece la capacidad de la organización para anticipar problemas legales, reputacionales o financieros. En un entorno donde las exigencias de transparencia y ética son cada vez mayores, contar con un sistema robusto de evaluación previa es una señal clara de compromiso con la integridad.
Además, al establecer este tipo de controles desde el inicio de cualquier relación comercial o laboral, se crea una cultura preventiva que desincentiva el soborno y promueve prácticas sostenibles en el largo plazo.
La debida diligencia no es una formalidad: es una barrera preventiva que puede marcar la diferencia entre una organización expuesta a riesgos de corrupción y una empresa preparada para actuar con responsabilidad y transparencia.
En LAFORSE-HG, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha contra el soborno. Como organización certificada en la norma ISO 37001, promovemos una cultura basada en la integridad, el control riguroso y la mejora continua, con la convicción de que solo a través de la ética se construyen relaciones sólidas y sostenibles.